Se podría decir escuetamente que el deporte base es ese primer escalón de una actividad compleja como es la deportiva. O también, esa hora de actividad extraescolar que permite a los padres llegar más holgados de tiempo a recoger a sus hijos al cole. Más pragmáticamente, podríamos afirmar incluso que es la ayuda que los infantes necesitan para mejorar su rendimiento escolar (mens sana in corpore sano…) |
Pero creo que no debemos conformarnos con tan poco, que podemos pedirle más. Debemos exigirle más. Debemos exigirnos más. El deporte base ha de ser una parte importante de la educación, de la convivencia. Ha de ser un foro en el que tengan cabida gorditos, chupaíllos, bajitos, larguiruchos, lentos, nerviosos, torpecillos, vaguetes… Ah, y también los demás niños. |
Deportistas de base han de ser todos. Hemos de ser todos. Ha de ser una de las puertas –muy importante, según mi criterio y experiencia- para que los críos experimenten la incomparable sensación del esfuerzo recompensado. Pero aquí es donde nos encontramos diversas teorías, algunas de ellas contrapuestas: ¿CUÁL ES LA RECOMPENSA DEL DEPORTISTA DE BASE? Para unos, el haber ganado a los niños del otro colegio; si éstos pretendían la misma recompensa, conllevaría la frustración de los perdedores. Otros quizá luchen contra el crono. Si no consigue pararlo antes, también se frustrará. |
Siempre que la referencia, la medida sea “otro”, la satisfacción dependerá de él. Creo sinceramente que el “otro” ha de ayudar para el esfuerzo de superación propio, como sana motivación. Pero cada uno ha de ser la propia referencia para su satisfacción. |
En el deporte base, si mi esfuerzo ha sido suficiente, independientemente del resultado del partido o competición, he de estar satisfecho. Los padres y educadores hemos de estar satisfechos del esfuerzo de los niños. |
Creo que esta actitud se puede extrapolar a cualquier faceta de la vida. Daniel Barenboim –insigne compositor y director judío que aúna en la misma orquesta exclusivamente músicos palestinos e israelíes- afirma que el enemigo no es el problema, sino que es “parte de la solución”. Es una bonita frase que me hizo pensar mucho. |
Más tarde, los niños se irán federando, y más tarde aún unos pocos llegarán a deportistas de élite. No deberían cambiar los planteamientos, sino sólo la actitud en determinados momentos. Esa elección habrán de tomarla mucho después, habiendo adquirido ya la educación y los valores que permitan diferenciar una y otra situación. |
El deporte, cada deporte, ha de ser la excusa, la herramienta; el fin ha de ser más elevado, mucho más trascendental. Y a la vez, más sencillo. |
DANIEL GALLEGO, Entrenador Superior de Baloncesto. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario